La Acción de “Dar” y el Emprendimiento en el Reino

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“Dar” … ¡es una palabra mal entendida en la sociedad actual! El sistema religioso de los vendedores ambulantes de Cristo se ha encargado de que la manipulación financiera sea la razón número uno por la que esta generación rehúye a la Iglesia hasta el día de hoy; ningún otro tema ha traído una mancha tan negativa al cuerpo de Cristo… Debido a esto, ¿será que debemos renunciar ahora al uso de esta palabra y a las enseñanzas del Nuevo Pacto al respecto? En mi espíritu escucho un rotundo “¡no!”. ¡Aquí hay una palabra para nosotros! Es posible que, en este punto, sintamos que nos estamos quedando ya sin ánimos de seguir la conversación, pero, gracias a Dios, ¡aquí viene un nuevo respiro!

El “emprendimiento del Reino” suena casi como una frase que se contradice a sí misma, es como si el Reino se encontrara con el mundo.  El emprendimiento es el proceso de creación, desarrollo y gestión de una nueva empresa comercial con el objetivo de generar ganancias o de crear valor. Un emprendedor es un individuo que asume riesgos financieros para iniciar y hacer crecer un negocio, utilizando ideas y estrategias innovadoras para capitalizar las oportunidades del mercado.

Defino el espíritu empresarial del Reino como una gracia especial dada a los ciudadanos del Reino para que den pasos de fe y cumplir así, los mandatos del Reino. Me encanta la introducción del programa Star-Trek, “ir con valentía a donde ningún hombre ha ido antes“. Creo que el Señor tiene hombres y mujeres hoy en día, en esta generación y en esta hora, a quienes ha bendecido para administrar los recursos financieros del Reino [e ir donde nadie ha llegado antes].

Siempre recuerdo que el Señor usó a mujeres viudas para lograr la mayoría de los milagros financieros realizados en el Antiguo Testamento. Al Señor le encanta tomar lo que no es y convertirlo en lo que es. Esto asegura que el destinatario entienda que es la mano poderosa del Señor en acción. Lucas nos dice que el Señor Jesús tuvo mujeres que lo siguieron y que financiaron su ministerio. ¿Dónde estaban los hombres? Creo que, dado que el acto de “dar” nace del amor, las mujeres que, por naturaleza son más relacionales, se embarcan primero en esta tarea.

“…y algunas mujeres que habían sido sanadas de espíritus malignos y de enfermedades: María, la que llaman Magdalena (de la cual habían salido siete demonios), y Juana, mujer de Chuza, mayordomo de Herodes, y Susana, y otras muchas que les servían con sus bienes”
(Lucas 8:2-3)

Como comentamos anteriormente, el mundo empresarial es guiado por la necesidad de producir ganancias con el objetivo final de lograr riquezas personales; gracias a Dios, el Espíritu del Señor ya se ha ocupado de rechazar ese egocentrismo mundano por nosotros. Sabemos que los creyentes maduros centran en los demás su acción del “dar”; por lo tanto, vivimos para traer a la tierra “lo que haría Jesús”, es decir, encarnar al Maestro así “en la Tierra como en el Cielo” …eso es lo que somos.

En el Reino, “el mandato del Señor” o la visión es el producto de la fe impulsada por el Rhema.

En Romanos 10:17 encontramos que: “…así que la fe viene por el oír, y el oír por la palabra (el Rhema) de Dios”. Este no es un sermón, ni la letra de una canción cristiana, ni una serie de versículos de la Biblia. Esta es una revelación actual del Señor a través del Espíritu Santo. No tiene importancia si este llamado se produce de forma audible o si simplemente parece audible para algunos; lo importante es lo que hace en nosotros ese tipo de llamado. Nos cambia a nosotros mismos y a nuestra perspectiva hasta el punto de que nunca volvemos a ser los mismos.

En el Reino, la fe impulsada por el Rhema está financiada por el don de “dar” guiado por el Espíritu Santo. Aquellos que tienen el don de “dar” no son necesariamente los acomodados o los ricos. El don de dar es una riqueza del Espíritu. Las personas que tienen el don de “dar”, se convierten en el corazón compasivo de nuestro Señor; estos creyentes están tan en sintonía con el corazón del Señor en cuanto al dar, que fluyen al dar sin ser conscientes de que se están entregando a sí mismos en sus recursos.

Esos dos atributos, la fe y la generosidad, no tienen que residir en la misma persona, pero pueden hacerlo.

El apóstol Pablo fue uno de esos hombres.

En Hechos 20:34-35 leemos: “Sí, vosotros mismos sabéis que estas manos han proveído para mis necesidades, y para aquellas de los que estaban conmigo. Os he mostrado en todos los sentidos que, trabajando así, debéis apoyar a los débiles. Y recuerden las palabras del Señor Jesús, que dijo: ‘Más bienaventurado es dar que recibir’ ”.

¿Qué mantiene las ofrendas en el sistema religioso?

El sistema religioso es un sistema que depende de los diezmos y las ofrendas. También es un sistema que utiliza varios tipos de manipulación, como días espaciales o propósitos específicos para dar. Los pastores, o sacerdotes, junto con las organizaciones de lucro trabajan a los miembros para satisfacer dichas “necesidades”, y esto no es un error ortográfico; para nuestra vergüenza, tenemos muchas enseñanzas de los profetas-con-fines-de-lucro que enseñan cómo prosperar. Afortunadamente, el Espíritu nos ha hecho conscientes cuando escuchamos tal manipulación y huimos de ella; rechazamos el poner de nueva cuenta a nuestro espíritu y a nuestra generosidad bajo el yugo de la esclavitud financiera.

Donaciones orgánicas de la iglesia

En la actualidad, la mayoría de los cristianos de la Iglesia Orgánica no han hecho la transición al “dar” bajo la guía del Espíritu. La prueba #1 es que el liderazgo de Dios, que representa “la enseñanza madura y la paternidad de hombres y mujeres”, no está siendo financiado adecuadamente. ¿Por qué? Por el principio de “ojos que no ven, corazón que no siente”. Si no estás “produciendo” y promoviendo tu trabajo para el Señor, obtendrás muy poco o ningún financiamiento. La causa fundamental no es que nuestros ancianos no conozcan las técnicas adecuadas de recaudación de fondos, como diría el sistema religioso; por el contrario, la causa fundamental es la falla del Cuerpo en cuidar, en amar y en comprender nuestras responsabilidades en el Espíritu.

¿Usted cree que el Padre no le está hablando a la gente acerca de esta mancha en nuestra adoración? ¿Por qué el enviar misiones o el dar no está en el radar de la mayoría de los grupos y reuniones de iglesias orgánicas?

La realidad es que en la actualidad el cuerpo de Cristo se halla en un “patrón de espera” en cuanto al dar; ya no diezma y ya no hay mucho movimiento en el ámbito de las ofrendas; este patrón de retención no ha permanecido exento de costos. Entonces, la verdadera iglesia está pagando un precio, el liderazgo está pagando un precio, nuestros hermanos en el extranjero están pagando un precio, y hay áreas de crisis en nuestras ciudades y en todo el mundo, zonas de las que el gobierno tiene que ocuparse porque la iglesia simplemente “se encuentra ausente durante el desempeño de su deber”.

Por tanto, la pregunta principal es: ¿Continuamos tal como estamos y dejamos que la próxima generación se encargue de apoyar el liderazgo legado por Dios, o tenemos hoy la estatura para dar un paso adelante en la fe? ¿Estamos tan concentrados en el hundimiento del barco, es decir, en el cristianismo en América, que ni siquiera planeamos a futuro? ¿Podemos orar al menos por una meta en concreto que represente un nuevo comienzo?

El mundo no escucha nuestras palabras más que las palabras del sistema que dejamos atrás. Si nuestras palabras no están respaldadas por acciones que aporten soluciones a un mundo herido, sólo estaremos promoviendo una “mejor jaula”.

Hoy, el péndulo se ha desplazado hacia el otro extremo, alejándose de cualquier apariencia de denominación. Nos encontramos alejándonos de cualquier tipo de organización o de cualquier tipo de esfuerzo conjunto, siendo el resultado final la situación en la que se encuentra hoy el Cuerpo de Cristo. Debemos recuperar nuestra plena identidad como cuerpo de Cristo y deshacernos de nuestro espíritu evangélico independiente. Debemos hacer esto por el bien del Reino.

Entonces, si somos parte de los iluminados a quienes el Señor ha agraciado con revelación acerca de los valores y metodologías de sus verdaderas iglesias, ¿cuál es el fruto de esa sabiduría acerca del “dar”?

¿Cuál es nuestro legado espiritual? ¿Qué le estamos dejando a la próxima generación?

Entonces, quizás te estés preguntando “Está bien José, ¿qué estás proponiendo exactamente?” Mi respuesta sería que no propongo nada; sino que soy simplemente una voz en el desierto que busca a aquellos a quienes el Espíritu Santo ha preparado para un momento como este. Si este tema no está en el corazón de usted, como parte del Cuerpo, de gracias al Señor dé que está, en el corazón de alguien más. Si el malestar actual relacionado con “el dar” en el Reino tiene un peso en su corazón, conectémonos y veamos lo que el Señor le está diciendo a Su Iglesia el día de hoy.

Es mi oración que El Espíritu de Dios le despierte para orar y escucharle acerca de su entrega y su apoyo al Reino.

Por amor a Su Nombre,

Con mucho amor,

José L Bosque

GlobalRelief1@aol.com

https://globalcapitalrelief.com/

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